De Iglesias siempre me llamó la atención,
más que sus discursos o sus tácticas políticas leninistas, su estética.
Los zapatones y las americanas dos tallas más grandes que
utilizaba en los solemnes actos oficiales me provocaban el mismo desazón que
cuando vi en el cine al Joker interpretado por Joaquin Phoenix.
Nunca pasó de ser considerado un pesado, un
"cuñao", el "chivo expiatorio" (Iglesias, dixit) al que
endilgar cualquier fracaso.
Pero él lo sabe y se ríe de los compañeros de profesión que le desprecian por mera incompatibilidad de estilo porque él tiene el
elemento diferencial: "Acción Mutante".
Iglesias acaudilla a toda la colección de malos
imaginables, desde Echenique, a un abogado de las FARC colombianas, pasando por el indispensable productor audiovisual (sin televisión no hay revolución) e incluso al Presidente del "Consejo por la República", esto es, a
"Quimicefa" Puigdemont.
¿Creen ustedes que se han librado de él?
Al contrario, porque ahora tienen dos por el
precio de uno: el Joker más "Acción Mutante".
Es lógico que Sánchez no duerma por las noches.
El Joker cañí, a la altura de abril de 2021 ya
intuía que con un horizonte penal para él y su partido bastante oscuro, y
habiendo asumido que su agenda política no iba a avanzar ni un ápice aunque él
fuera vicepresidente (ni República ni siquiera derogación de la reforma laboral) decidió salir del Gobierno y pasar a la acción, "Acción Mutante", por supuesto.
La misma noche que fue pateado electoralmente
por Isabel Díaz Ayuso lo proclamó "urbi et orbi": "en términos
estatales auguro que estos resultados van a agudizar los problemas
territoriales en España. Nunca Madrid había sido tan diferente del resto de
España y nunca había sido tan diferente de otros territorios. Auguro que la
deslealtad institucional de la Comunidad de Madrid hacia el Gobierno del Estado
y hacia otra instituciones se va a intensificar".
Ahí tienen su declaración formal de guerra.
Como no podía ser de otra forma, justo tres días después de anunciar que se van a "agudizar los problemas territoriales en España", el portavoz en Cataluña del fugado "Quimicefa" Puigdemont anuncia que el empantanado proceso de formación de Gobierno en Cataluña ha quedado resuelto y que en días habrá Gobierno indepe puro para que pueda repetir el autogolpe de 2017, aunque Junqueras, que conoce tanto la cárcel como el plan urdido por el Joker y "Quimicefa", esté asustado, se tiente la ropa y medite la conveniencia de un proceso negociador con el Estado antes de encender la pira (¿el salvador "factor Illa" qué opinará de todo esto?)
Quien no vea conexión entre la amenaza de
Iglesias sobre "agudizar los problemas territoriales en España" y el
inmediato acuerdo entre secesionistas catalanes que llevaba meses varado por
obra y gracia del mismo Presidente del "Consell per la republica",
que Dios le conserve la vista.
Iglesias es muchas cosas, y una de ellas es
el "nacionalista
extranjero" del Foro de Sao Paulo para España. Por eso no parará
hasta ver arder el país de la misma manera que otros Joker prendieron la mecha ayer en Venezuela o EE.UU., y
hoy lo replican en Chile o Colombia.
Cuenta con la bien entrenada "Acción
Mutante", cuya alegre muchachada hizo exhibición de músculo en todo el
país con la excusa del preso ya olvidado Pablo Hasél.
Además, el caudillo ya no está en el Gobierno,
es decir, podrá tirar la piedra y esconder la mano. Podrá lanzar las llamas y
no tendrá que salir del Congreso a requerir que se pare la violencia porque ya
anunció que "dejo todos mis cargos, dejo la política entendida como
política de partido, entendida como política institucional".
Por último, ya tiene lista su coartada. Nos
contará que cuando él era vicepresidente los indepes estaban controlados y se
comportaron con lealtad al Estado, pero ante la emergencia del dizque fascismo
en Madrid era inevitable el desastre y él ya no puede hacer nada más que dar fe
de que la paz ha terminado. "Ya os lo advertí", nos recriminará.
Un Joker quemará el país y cuando le pregunten por qué, responderá de la misma forma que el vizconde de Valmont a la
sufriente marquesa de Merteuil en "Las amistades peligrosas" cuando
ésta le inquiría por el motivo de tanta crueldad: "no puedo
evitarlo".
PD: Supongo que entenderán que el artículo no
es más que una pieza de ficción y que cualquier parecido con la realidad será
pura coincidencia, pues no hace falta que les recuerde que el Estado de Derecho
funciona a las mil maravillas y siempre vence a los golpistas. Sólo hace falta
echar un vistazo al mundo.
twitter: @elunicparaiso