sábado, 8 de mayo de 2021

Joker deja la política para liderar "Acción Mutante"

  

De Iglesias siempre me llamó la atención, más que sus discursos o sus tácticas políticas leninistas, su estética.

Los zapatones y las americanas dos tallas más grandes que utilizaba en los solemnes actos oficiales me provocaban el mismo desazón que cuando vi en el cine al Joker interpretado por Joaquin Phoenix.

Contemplando su disfraz lúgubre perfectamente preparado para las grandes ocasiones, entendí que la relación entre él y Sánchez no estaba basada en la sintonía política, ni siquiera en la conveniencia mutua, sino en el pánico, en el puro miedo: Sánchez quería ser amigo de Iglesias porque sabe que éste presume de ser el Joker. 

Es cierto que la clase política considera que es su "tonto útil", un advenedizo al que jamás admitirán en el festín partidocrático más que como un actor secundario.

Nunca pasó de ser considerado un pesado, un "cuñao", el "chivo expiatorio" (Iglesias, dixit) al que endilgar cualquier fracaso.

Pero él lo sabe y se ríe de los compañeros de profesión que le desprecian por mera incompatibilidad de estilo porque él tiene el elemento diferencial: "Acción Mutante".

Iglesias acaudilla a toda la colección de malos imaginables, desde Echenique, a un abogado de las FARC colombianas, pasando por el indispensable productor audiovisual (sin televisión no hay revolución) e incluso al Presidente del "Consejo por la República", esto es, a "Quimicefa" Puigdemont.

¿Creen ustedes que se han librado de él?

Al contrario, porque ahora tienen dos por el precio de uno: el Joker más "Acción Mutante".

Es lógico que Sánchez no duerma por las noches.

El Joker cañí, a la altura de abril de 2021 ya intuía que con un horizonte penal para él y su partido bastante oscuro, y habiendo asumido que su agenda política no iba a avanzar ni un ápice aunque él fuera vicepresidente (ni República ni siquiera derogación de la reforma laboral) decidió salir del Gobierno y pasar a la acción, "Acción Mutante", por supuesto.

La misma noche que fue pateado electoralmente por Isabel Díaz Ayuso lo proclamó "urbi et orbi": "en términos estatales auguro que estos resultados van a agudizar los problemas territoriales en España. Nunca Madrid había sido tan diferente del resto de España y nunca había sido tan diferente de otros territorios. Auguro que la deslealtad institucional de la Comunidad de Madrid hacia el Gobierno del Estado y hacia otra instituciones se va a intensificar".

Ahí tienen su declaración formal de guerra.

Como no podía ser de otra forma, justo tres días después de anunciar que se van a "agudizar los problemas territoriales en España", el portavoz en Cataluña del fugado "Quimicefa" Puigdemont anuncia que el empantanado proceso de formación de Gobierno en Cataluña ha quedado resuelto y que en días habrá Gobierno indepe puro para que pueda repetir el autogolpe de 2017, aunque Junqueras, que conoce tanto la cárcel como el plan urdido por el Joker y "Quimicefa", esté asustado, se tiente la ropa y medite la conveniencia de un proceso negociador con el Estado antes de encender la pira  (¿el salvador "factor Illa" qué opinará de todo esto?)

Quien no vea conexión entre la amenaza de Iglesias sobre "agudizar los problemas territoriales en España" y el inmediato acuerdo entre secesionistas catalanes que llevaba meses varado por obra y gracia del mismo Presidente del "Consell per la republica", que Dios le conserve la vista.

Iglesias es muchas cosas, y una de ellas es el "nacionalista extranjero" del Foro de Sao Paulo para España. Por eso no parará hasta ver arder el país de la misma manera que otros Joker prendieron la mecha ayer en Venezuela o EE.UU., y hoy lo replican en Chile o Colombia.

Cuenta con la bien entrenada "Acción Mutante", cuya alegre muchachada hizo exhibición de músculo en todo el país con la excusa del preso ya olvidado Pablo Hasél.

Además, el caudillo ya no está en el Gobierno, es decir, podrá tirar la piedra y esconder la mano. Podrá lanzar las llamas y no tendrá que salir del Congreso a requerir que se pare la violencia porque ya anunció que "dejo todos mis cargos, dejo la política entendida como política de partido, entendida como política institucional".

Por último, ya tiene lista su coartada. Nos contará que cuando él era vicepresidente los indepes estaban controlados y se comportaron con lealtad al Estado, pero ante la emergencia del dizque fascismo en Madrid era inevitable el desastre y él ya no puede hacer nada más que dar fe de que la paz ha terminado. "Ya os lo advertí", nos recriminará.

Un Joker quemará el país y cuando le pregunten por qué, responderá de la misma forma que el vizconde de Valmont a la sufriente marquesa de Merteuil en "Las amistades peligrosas" cuando ésta le inquiría por el motivo de tanta crueldad: "no puedo evitarlo".  

 

PD: Supongo que entenderán que el artículo no es más que una pieza de ficción y que cualquier parecido con la realidad será pura coincidencia, pues no hace falta que les recuerde que el Estado de Derecho funciona a las mil maravillas y siempre vence a los golpistas. Sólo hace falta echar un vistazo al mundo.


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miércoles, 5 de mayo de 2021

El "juego del gallina" (no Ayuso) liquidará al "sanchismo"

 

Las elecciones regionales en la Comunidad de Madrid que acaba de ganar Isabel Díaz Ayuso rozando la mayoría absoluta son presentadas por el PP como un indicio de la inminente debacle del  "sanchismo".  

¿Será la derrota inapelable del candidato de Pedro Sánchez en Madrid el preludio de la caída del  PSOE como fuerza hegemónica en la izquierda española?

Viendo los números del 4-M (pero también los de las últimas elecciones regionales catalanas) parece que sí, pues la suma de los porcentajes de voto obtenidos en Madrid por los partidos defensores del Foro de Sao Paulo (7,21% el de Iglesias y 16,97% el de Errejón) superan ampliamente el resultado del partido socialista madrileño (16,85%)

¿Cuál sería la causa de que el PSOE haya sido sobrepasado por la izquierda?

Me atrevo a decir que Pedro Sánchez es víctima de la misma estrategia que liquidó a Rajoy, a Artur Mas o al Ciudadanos de Arrimadas, por referirnos sólo a víctimas políticas patrias.

Y esa estrategia que hace años anticipamos que acabaría con el PSOE y con C´s es el oscuro e ignorado "juego del gallina", esa macabra diversión consistente en ver quién de los pilotos en una carrera frena más tarde ante la inminencia del abismo. *

En los sistemas políticos basados en la competencia electoral la regla de oro es "el juego del gallina", esto es, el ganador real, el que lleva la iniciativa es el que ante la certeza del precipicio niega el riesgo, cierra los ojos a la realidad y se  comporta de manera cada vez más irresponsable.

En España, la iniciativa la llevan los partidos bolivarianos y secesionistas porque la dirigencia del Partido Socialista decidió desde la moción de censura al Gobierno de Rajoy que iba a "jugar al gallina" con ellos, porque aunque estén locos y utilicen la violencia, son muy democráticos y sobre todo antifascistas.

Los efectos ya son tangibles: Sánchez pierde su partida del dichoso juego con el siniestro "Más Madrid" porque el chiringuito de Errejón en verdad no se denomina "Más Madrid", sino "Más Socialista".

En estas condiciones ¿qué puede hacer un partido moderado con ambición de Gobierno ante el "juego del gallina" que le ofrece día tras día el pelotón suicida?

¿Disputar la partida siendo cada vez más imprudente o perderla de antemano con candidatos sosos?

La alternativa para neutralizar el "juego del gallina" desde el centro reside en rechazar jugarlo; pues lo contrario, esto es, la alianza del PSOE con los secesionistas y los “nacionalistas extranjeros” de "Más Madrid" y "Unidas Podemos" ha supuesto una cadena de cesiones donde las recientes elecciones madrileñas (pero reitero que también las catalanas) ya nos indican quién gana y cómo terminan.

Aun conservando el Poder, el PSOE de Sánchez lleva años perdiendo; pues decidió renunciar a sus principios moderados por exigencia de los intransigentes, a cambio de continuar en el Gobierno algún año más.  

Por una falta de comprensión del juego, el tándem Sánchez-Gabilondo se apresuró en plena campaña electoral a proclamar que aceptaría volver a "jugar al gallina" con Iglesias y Errejón, manteniendo la esperanza de que éstos les sostendrían.

El resultado a la vista está: la extrema izquierda ya supera en Madrid ampliamente al Partido Socialista en votos porque éste ha legitimado a los bolivarianos aceptando compartir Gobierno con ellos.

Para terminar este análisis apresurado debemos decir algo sobre la irrelevante decisión de Iglesias de abandonar la política, que parece haber puesto muy contentos a los "liberalios" que se echan las manos a la cabeza por lo mal que está el servicio.

Y hablo de irrelevancia porque aunque un muñeco se haya ido, el pelotón sigue aquí con nuevos muñecos dispuestos a que el juego continúe.  

Nuevos contrabandistas de chatarra ideológica para hacerse de oro a costa del pueblo, retomarán el "juego del gallina" siempre desde posiciones aún más absurdas que las que quedaron planteadas en la última partida, si el PSOE acepta seguir participando.

Con la victoria del "katejón" Ayuso conteniendo momentáneamente el desastre y la huida de uno de los admiradores de asesinos de masas, sólo se ha ganado tiempo.

Pero mientras el Partido Socialista de Sánchez siga uniendo su suerte a los sediciosos y bolivarianos que sólo quieren jugar la Liga “del gallina” no habrá paz ni libertad.

 

* Juego del gallina: Comprenderán al instante a lo que me refiero si recuerdan a James Dean en “Rebelde sin causa” celebrar con otro joven una carrera de coches en dirección al vacío de un acantilado. El motivo de la disputa era acreditar quién era el más valiente, y el ganador resultaba ser quien frenaba más tarde, el último que se arrojaba del coche justo al límite del precipicio. El que tomaba antes la prudente decisión de parar era el perdedor, "el gallina”.


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