La rueda de prensa de "Leniglesias" de ayer por la tarde en el Palacio de la Generalitat anunciando que defendió, defiende y defenderá un referéndum vinculante de secesión en Cataluña, y su declaración el mismo día por la mañana en las instalaciones del Congreso respecto a que se deben permitir consultas de autodeterminación a todos los territorios que insistan en ello, suponen una evidencia: Iglesias es un "nacionalista extranjero".
La frase es del socialista Léon Blum, el que fue Primer Ministro francés en los años 30 del siglo pasado, y la utilizaba de manera pertinaz para caracterizar a los comunistas franceses que defendían a la URSS contra los intereses del pueblo galo.
Debo su conocimiento a la inagotable sabiduría de Raymond Aron.
"Leniglesias" es nacionalista de la imaginaria República de Cataluña, de la muerta de hambre República Bolivariana de Venezuela, hasta de la finca que los hermanos Castro expropiaron en el Caribe.
Nacionalista incluso del Cantón de Cartagena, si Cartagena insiste lo suficiente en independizarse de la cárcel de pueblos que es la gloriosa Murcia.
En fin.
Si las obras de pensamiento político que cambiaron el mundo se encierran en libros pequeños, a los estadistas se les reconoce por sus frases lapidarias.
Apliquémonos el cuento y acabemos.
Para desacreditar a Iglesias ante el pueblo español sólo se necesitan dos palabras: "Nacionalista extranjero".
¿No existe en España un político con el coraje para pronunciarlas?
Es sencillo: Pablo Iglesias fue, es y será un nacionalista extranjero.
twitter: @elunicparaiso
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