El Gobierno de las pagas pide una paga
Anda la opinión publicada que si sí, que si no respecto a la
condicionalidad de las "ayudas" de la Unión Europea a España para afrontar la imprescindible ampliación de capital que seguirá a la crisis del Covid 19.
Sin más preámbulos diré que no voy a utilizar ni una vez más
la palabra "ayuda" porque la pretensión del Gobierno español de
recibir donaciones de otros Estados vía UE es puro cinismo. ¿Por qué nos va a
regalar algo nadie?
Para entender el innovador tipo de contraprestación que se va a exigir
a España a cambio del dinero para la ampliación de capital, voy a retroceder en el tiempo para explicar el difícil, pero
antiquísimo, negocio de financiar a los reyes.
El problema para los prestamistas de los monarcas no fue otro
que el colateral, los activos que ofrecía el rey para garantizar el cobro del
crédito, ¿pues qué opciones le quedaba al prestamista si el soberano entraba en
"default" (impago)?
Entrando al detalle, recordemos a los banqueros alemanes de
los reyes españoles del siglo XVI.
Jacob Fugger financió la elección de Carlos I de España
como emperador en 1519 del Sacro Imperio Romano Germánico con medio millón de
florines, que debía recuperar con las rentas que generaban al monarca el
territorio del Maestrazgo (las rentas de los ingresos de las Órdenes de
Caballería de Santiago, Calatrava y Alcántara) la plata de Guadalcanal, en
Sevilla, y el mercurio de las minas de Almadén.
Además, abrió la posibilidad de que los extranjeros pudiesen
invertir en América en igualdad de condiciones con los españoles, tomando la
iniciativa emprendedora otra dinastía de banqueros teutones, los Welser, que pasaron
a ser los primeros europeos no latinos que colonizaron el Nuevo Mundo.
No obstante, los préstamos nunca se terminaron de pagar y los
reyes llevaron a la quiebra a sus financieros.
El Emperador Carlos I arruinó a Castilla y cuando su hijo
Felipe II accedió al trono en 1556, al año siguiente tuvo que renegociar toda la
deuda alargando los plazos y reduciendo el interés.
El problema nunca cesó y entre 1575 y 1576, la insolvencia
real afectó no sólo a los Fugger sino que a punto estuvo de hacer quebrar a la
ciudad financiera de Amberes.
Por último, en 1596 Felipe II volvió a suspender pagos.
En cuarenta años tres "default". España en el s.
XVI fue como Argentina hoy, un "defaulteador" en serie.
Lo relevante de esta pequeña historia es que los ricos banqueros
centroeuropeos quebraron y terminaron desapareciendo (de Matías Welser se
perdió hasta el rastro) debido a los incumplimientos de los monarcas, mientras
que España sobrevivió a los impagos.
Hoy nos encontramos en la misma situación que hace cinco
siglos.
Hoy Alemania (hablo de Alemania y no de Unión Europea porque si aquélla se negase simplemente no habría financiación europea) es (como lo fueron hace cinco siglos sus financieros) el banquero español, con la diferencia de que
España ya no tiene imperio, pero tampoco una renta petrolífera, ni siquiera
moneda propia para financiar con su emisión los déficits. Es decir, tiene un
pésimo colateral con el que poder garantizar su deuda.
En definitiva, la clave sigue siendo cómo prestar a un deudor no especialmente fiable sin que el acreedor se arruine.
En definitiva, la clave sigue siendo cómo prestar a un deudor no especialmente fiable sin que el acreedor se arruine.
El punto de partida es una montaña de deuda y una legión de
políticos torpes que viven a costa
de los impuestos que extraen del pueblo, cuya mejor idea para ejecutar la ampliación de capital que exige la economía del país es una comisión de reconstrucción codirigida por el líder del Partido Comunista
de España.
La primera pregunta que debería haberse hecho la flamante
comisión es si España necesita endeudarse más y en qué cuantía. Y para ello
hubiera sido esencial analizar qué gasto se puede reducir.
La cuestión es que el Gobierno de Sánchez parece incapaz de
realizar semejante ejercicio contable. Sólo sabe pedir y gastar.
En política interna no parece tener otra misión que conceder
pagas a cuanta más gente mejor (afirman con gran jolgorio que su medida estrella de la legislatura es el
"ingreso mínimo vital") y en política externa su único objetivo es
recibir subvenciones a fondo perdido de la UE.
Existe una correspondencia entre lo que hacen aquí y lo que
hacen fuera.
Su preferencia temporal (negarse a diferir consumo hoy a cambio de
mayor bienestar mañana) es la misma que la del derrochador.
Antes y después de la
pandemia del Covid 19 viven día a día, incapaces de proponer
una política de crecimiento económico, de ahorro pensando en invertir y dejar
un país ordenado, sin deudas para generaciones futuras.
Su cacareado proyecto de "digitalizar la economía"
y lograr la "transición ecológica" empieza y acaba en prohibiciones
(a los coches diésel, a los trasvases...)
Tiene una visión estática y depredadora de la riqueza: sólo
hay una tarta y la única misión es apropiársela para consumirla con voracidad.
Se siente impotente para plantear una ampliación de capital que tenga como objetivo aumentar la tarta creando valor con la cooperación de todos los agentes
económicos.
¿Pero España es un país desahuciado y humillado por necesidades perentorias que sólo puede pensar en rentas mínimas para sobrevivir?
Evidentemente no.
Pero así llega a los Consejos Europeos el Gobierno español.
Como un pedigüeño famélico pleno de soberbia, pues somos el país que se jacta de haber aprobado un "ingreso mínimo vital" para algunos de sus ciudadanos, ¡pero se presenta en Bruselas a pedir un ingreso mínimo vital para el Estado!
España se persona ante las instituciones europeas derrotada, pero rabiosamente orgullosa porque acude a solicitar crédito no para crear riqueza, sino para mantener a una creciente legión de pobres.
El propio planteamiento de pedir dinero gratis
debiera resultar deshonroso para los gobernantes de cualquier país que tiene como
principal fuente de financiación el patrimonio de sus ciudadanos vía impuestos,
pues si con sus ingresos no puede vivir, mendigar supone una confesión de mal administrador que gasta más de lo que tiene.
Los reyes pedían préstamos porque no podían recaudar dinero de forma coactiva, pero los Gobiernos socialdemócratas del s. XXI con fiscalidad progresiva sí lo hacen hasta el punto de que controlan alrededor del 50% del PIB nacional. Por tanto, debiera serles suficiente con lo que perciben utilizando el monopolio de la violencia.
Pero el colmo de la desvergüenza es que se solicite financiación exterior sin presentar un programa de
crecimiento bien fundado.
¿Cómo va a generar confianza a los acreedores si no ofrece garantías seguras de pago?
Dedicarle más atención al incompetente Gabinete ministerial es tiempo perdido.
Lo relevante es que a pesar de las dudas que ofrece la solvencia gestora del Gobierno, la Unión Europea va a financiar la ampliación de capital que la economía española precisa.
Y lo hará porque Alemania, con el visto bueno de Francia, cree haber encontrado la fórmula para garantizar que los Estados licenciosos recuperen la virtud: convertir a Europa, bajo la dirección germana, en el "Gran Espacio" sobre el que teorizaba el también alemán y amigo de España, Carl Schmitt.
En el próximo artículo lo desarrollaremos.
Y lo hará porque Alemania, con el visto bueno de Francia, cree haber encontrado la fórmula para garantizar que los Estados licenciosos recuperen la virtud: convertir a Europa, bajo la dirección germana, en el "Gran Espacio" sobre el que teorizaba el también alemán y amigo de España, Carl Schmitt.
En el próximo artículo lo desarrollaremos.
Buenos dias
ResponderEliminarEl sueño de Von Manstein y su Estado Mayor, y el triunfo de Sun Tzu ( arte de la guerra ). La victoria total......... sin disparar un tiro
Bienvenidos al IV Reich
Algunos pueden que lo esperen o esperemos como los 100.000 hijos de San Luis, los cuales dicho sea de paso, de nada sirvio su presencia, ya que su retirada solo fue el prologo de la Primera Guerra Carlista
Saludos cordiales, y quedamos a la espera de mas noticias
Buen fin de semana
Jose
Pues creo que sí.
ResponderEliminarLogrará la victoria total sin disparar un tiro.
No habrá cañones. Sólo mantequilla.
Y creo que la invasión del dinero germano sí servirá para algo.
Abrazo, Dº José.
Buenos dias
ResponderEliminarSeguiremos esperando sus noticias, ya que lo que se esta filtrando a la prensa va a dar motivo de preocupacion
Por las condiciones en las cuales se otorgaran las paguitas ( su comentario sobre la Sareb solo puede ser un aperitivo de este plato principal ).
Por los velados avisos sobre la ausencia de fondos para la financiancion del deficit y nuevas " necesidades sociales" y ya nos anuncia que no habra suficiente con incrementos de carga impositiva.
Por los apoyos al gobierno, y por los motivos y concesiones sobre el control de fondos de ayuda comunitaria
y sobre todo por la conformacion de una clase social, con derechos sin obligacion
Otro dia podremos expresar mas dudas, porque las que aun mantengo sin redactar son aun peores. He vivido, por motivos profesionales, en paises de tercer mundo que fueron joyas y ejemplo hasta para la misma capital de sus metropolis, y he comprobado que un pais hundido, sobre todo si cae bajo cierto tipo de ideologia, es muy dificil volver a sacar adelante
Saludos cordiales
Jose
Tengamos un poco de perspectiva temporal.
ResponderEliminarEl Gobierno sólo sigue una ola.
Pero la ola no la hace el Gobierno.
Sigamos al oleaje.