domingo, 6 de noviembre de 2022

"Goya, el ojo que escucha", la "genialogía" de López Linares

 

José Luis López Linares (Madrid, 1955) en su última película,  "Goya, el ojo que escucha", vuelve a incidir en su singular poética cinematográfica: no busca, encuentra.

En la práctica totalidad de los documentales los directores se esfuerzan por presentarnos las pruebas de un hecho que ya conocemos.

Sean históricos, políticos o incluso los que tratan sobre la naturaleza, sabemos desde el principio lo que nos van a decir. El único interés radica en los datos e imágenes que los autores buscaron para ratificar nuestro conocimiento previo.

Precisamente por esta causa los documentales suelen aburrirnos, pues del que busca no podemos esperar la sorpresa del encuentro.

Sólo se puede buscar lo que ya se conoce, lo descubierto con anterioridad, sea la Guerra Civil española o la ferocidad de la vida en la jungla. 

López Linares acepta este punto de partida de la búsqueda (con su majestuosa fotografía y una preciosa selección musical nos ofrece los cuadros de Goya) pero resuelve superarlo cediendo a otro el papel de "sujeto de la investigación" para reservarse la modesta posición del que escucha con el fin no declarado de encontrar lo que se desconoce.  

Ese trueque, ese pasar de director a escuchante le permite hallar lo que no buscaba para ofrecernos lo que no sabíamos.  

Así, el director López Linares nos presenta un documental donde Jean-Claude Carrière, un español de Francia, investiga la obra de Goya, con fulgurantes apariciones de distintos expertos que completan el análisis.

El fabuloso guionista galo, mientras López Linares escucha, va bordando la obra de Goya al hilo de su propia vida, de su admiración por la pintura del de Fuendetodos y de su experiencia profesional junto a Luis Buñuel.

Sin embargo, el resultado es algo completamente inesperado, pues lo que la pantalla nos ofrece no es el resumen de una búsqueda (la producción goyesca) sino el fruto de un encuentro: una genealogía de genios, una "genialogía".

La "genialogía" de López Linares va de Goya a Buñuel, de Buñuel a Jean-Claude Carrière y de Carrière al propio López Linares, pues es éste quien transforma la vertical ascendencia genealógica en un bucle de genios donde el punto de partida y el de llegada es el mismo: Francisco José de Goya y Lucientes.

El documentalista madrileño es el cineasta español más personal, pues tomando como materia prima el puro realismo nos conduce por un mundo de ficción donde Carrière habla con las majas goyescas para despedirse de ellas con un "hasta pronto" premonitorio.

Adivino en el título de la película, "Goya, el ojo que escucha", un doble sentido.

López Linares nos quiere hacer creer que sólo hace referencia al hecho de que Goya, sordo, oía con sus ojos.

Considero que tiene otro significado que el creador nos oculta, pues el "ojo que escucha" no es otro que la cámara de López Linares poniendo imágenes a su decisión de convertir la función de dirigir en la actividad de escuchar.

Gracias a este proceso de escucha ya encontró una generación ("la 21-21") con "España, la primera globalización", y ahora nos descubre una "genialogía".

Sólo me queda recomendarles que no se pierdan la oportunidad de ver esta película en los cines.

Si no lo hacen su alma no se lo perdonará.


twitter: @elunicparaiso

2 comentarios:

  1. Apreciado autor

    Intentare, cuando se presente en los cines, ir a ver la pelicula

    Un saludo


    Jose

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  2. Hola, D. José.

    Creo que ya está en la cartelera.

    Aunque supongo que escondida.

    Fuerte abrazo, querido amigo.

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