sábado, 23 de enero de 2021

"Covid 19, Operación Acordeón" IX


Año 2020. Comienza el s. XXI


Dado que lo prometido es deuda y yo sí las pago, voy a explicarles cómo y por qué los "genios invisibles de la ciudad-mundo" decidieron convertir el problema sanitario de la pandemia del Covid 19, en la solución para unas economías occidentales que ya no saben cómo crecer y viven de prestado gracias a una gigantesca deuda pública. 

Para ello les propongo un diálogo ficticio entre un atribulado Presidente del Gobierno del Primer Mundo y un as del universo que le explica el plan y cuál es su papel.  

No necesitamos inventar cómo se conocieron. Tampoco es relevante el lugar de la entrevista. No describiré sus caras, ni si son hombres o mujeres. Blancos, amarillos o negros es igual. Las cuestiones de raza siempre suenan a ideologías "suprelacistas".   

Pero léanlo con atención porque quizás entiendan que el primer año del s. XXI fue 2020, el año del "Covid 19, Operación Acordéon".

Sumerjámonos sin más en la explicación de una estrategia de guerra.


- Gracias por recibirme, pero antes de seguir ejecutando las instrucciones que nos han sugerido, creía necesario que me respondiera a algunas dudas porque no termino de entender lo que estamos haciendo. Ni yo ni mis ciudadanos.

- Todo es muy sencillo. Muy simple. Nosotros tenemos fama de maléficos, pero no inventamos nada. La cuestión es que ustedes y su legión de amigos-asesores son incapaces de ver lo que tienen delante de sus narices.

- Yo sólo quiero tener más dinero para pagar los gastos derivados de la pandemia hasta que la cosa mejore.   

- ¿Esa es toda su preocupación?¿A su país le faltó dinero para afrontar la crisis financiera de 2007?

- No.

- ¿Y les ha servido para algo?

- Sí, hemos podido pagar los gastos del Estado.

- ¿Su población ha crecido, su PIB ha aumentado, han puesto fin al paro?

- No.

- Pues eso significa que el brutal aumento de la masa monetaria por obra de los Bancos Centrales no les ha servido para mucho. Podíamos decir que en términos de crecimiento económico ha sido una década perdida. Y sin embargo, me sigue diciendo que su problema es tener más dinero. Más dinero sin intereses, claro.

- Sí. Eso es lo que me preocupa. Tener más dinero gratis para seguir pagando los gastos. Pensiones, funcionarios, salud...

- Si yo fuera un político esas serían mis preocupaciones para garantizar mi supervivencia electoral. Pero si fuese un líder le aseguro que mis inquietudes serían otras bien distintas. De más largo alcance, más patrióticas, podríamos decir. 

- Créame que mi interés en absoluto es partidista. Sólo quiero cuidar de la gente.

- Pues parece que su ansiedad por disponer de más dinero no la comparten ni las empresas ni las familias. Ustedes les ofrecen préstamos muy baratos y no se endeudan ni aumentan sus gastos. ¿No se pregunta por qué ni invierten ni consumen cuando pueden hacerlo a un coste prácticamente cero?

- Es extraño, sí.

- ¿Sólo extraño? Ud seguirá teniendo dinero, vía deuda, para financiar su Estado. No obstante, sus dificultades no son financieras, sino algo mucho más prosaico: cómo va a hacer que la gente tenga trabajo y no se siga empobreciendo, cómo va a conseguir que su país no sufra con la deslocalización de empresas, como logrará que ustedes no se conviertan en un gigantesco asilo de personas cada vez más y más mayores. En pocas palabras, su problema se reduce a que ustedes no crecen, a pesar de disponer de una montaña de dinero para gastar.  

- ¿Y qué hago para lograrlo?

- ¡Ve como tenía razón cuando le decía que no ven nada! ¿Que qué hace? Podríamos decir que lo único que tiene que hacer es seguir las enseñanzas de la pandemia, que se resumen en menos gente para gastar menos y más destrucción para crecer más. Gaston Bouthoul y Joseph Schumpeter le ayudarán a comprenderlo si quiere profundizar. Aunque no puedo ocultarle que también hay algo de nuestra propia cosecha. 

- Supongo que es una broma. 

- Ninguna broma. Pero no tiene obligación de escucharme más. ¿Terminamos aquí la conversación?

- No me acabo de creer lo que estoy oyendo. ¿Menos gente? ¿más destrucción? Yo no voy a matar a nadie.

- Ni yo se lo estoy pidiendo. Le basta con que deje que se sigan suicidando sus ciudadanos. Es suficiente su "laissez faire" con resultado de muerte. ¿Le piden eutanasia? Désela. ¿Le piden drogas? Ya sabe lo que tiene que hacer ¿Quién es ud para limitar su libertad individual?

- No lo hago.

-  En términos demográficos el Covid 19 está teniendo los efectos de una guerra. Con la diferencia que ahora el segmento de población más afectado no es la juventud que engrosa los ejércitos, sino los ancianos que disparan el gasto social de su Estado. Y económicamente no hay duda que reducir la población de mayor edad ya está suponiendo un importante ahorro para su Hacienda. Por tanto, la pandemia le está marcando el camino.  

- ¿Entonces el famoso "laissez faire, laissez passer" ha dejado paso al "laissez faire, laissez mourir"? Aunque yo no dejo que fallezcan los ancianos. Una cosa es la muerte voluntaria y otra la enfermedad.

- En ningún caso he dicho que favorezca la pandemia. Pero me temo que el Covid 19 y nuevos virus seguirán cebándose en los ancianos con independencia de lo que hagan ustedes y sus vacunas.

- Está bien. He entendido que el control demográfico es un elemento esencial para reducir gasto público, y que más allá de eventuales virus chinos, británicos o sudafricanos, la libre difusión de la cultura de la muerte en cualquiera de sus variantes que excluyan la guerra y la violencia (eutanasia, drogas, aborto...) es un eficaz y voluntario método malthusiano. ¿Pero qué pasa con la destrucción? 

- Paremos unos momentos antes de seguir. Tengo que atender una llamada de mi esposa. Tengo a una hija infectada.


twitter: @elunicparaiso


3 comentarios:

  1. Buenas noches

    En la ecuacion se les ha olvidado a los debatidores una suma, y es la entrada de personas de terceros paises, que no cuentan como capitalistas economicos, y cuyo capital humano ( formacion, lengua, cultura y desarrollo social, entre otros ) no esta, vamos a decir aun, al modo de vida occidental, por lo que como mano de obra bien poco podran aportar

    Y por no ser tildado de supremacista, le comento que en Europa no se ha desarrollado ( salvo Skype, en una republica baltica ) ni una sola aplicacion importante de informatica en los ultimos años, mas añada que nuestros costes............ya no podemos hacer nuestras camisas

    asi que permitiendome seguir inventando el guion del macabro dialogo, " no va a haber una disminucion de gastos, porque como diria Mota, el humorista ( ya es ser macabro usar a un humorista ) , las xxxxxxx que entran por las xxxxxxxx que salen" es lo que diria quizas un politico medio sensato

    Mas logico veo, que no nos van a pagar las pensiones, y que como en Francia a partir de cierta edad, alli es a los 75, la SS no da gratis los medicamentos paliativos o enfermedades degenerativos


    Y ahora volviendo a la seria vida. Por lo que puedo deducir lo que a criterio de algunos ocurre es que nos hemos vuelto una sociedad de rentistas ( eso un jubilado ) de un capital social que se nutre de las arcas publicas.

    Pero acaso unos departamentos administrativos, en una autonomia hipotetica por ejemplo, de baja productividad no son en el fondo unos rentistas. ¿ acaso no es un rentista el retirado de waterloo ?, es solo un ejemplo

    Nos esta proponiendo el genio invisible, el que dicta la legitimidad de un regimen o de una forma de gobierno, que dejemos pasar el tiempo, y que via incautacion impositiva de patrimonios de las herencias, mas la reduccion de gastos es la UNICA solucion

    Hoy no lo entiendo




    Saludos cordiales

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  2. Tiene que esperar a que el genio termine, Dº José.

    Creo que los ciegos vamos a empezar a ver muy pronto.

    Abrazo.

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  3. Seguire esperando

    Pero he leido mis propios comentarios de su post de Malthus, y yo me he quedado sorprendido de mi mismo. Y de su comentario de la inteligencia del bicho. Entre otros

    Y es que no hay planeta para todos los BMW ( por decir una marca ), ni carreteras que los sostengan. Lo de menos es la gasolina ( o los Kw ).

    En fin, que me ha sorprendido, pero bien reflexionado, nada que no nos hubieramos cuestionado, aun de forma diferente, con anterioridad


    Saludos nocturnos y cordiales

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