lunes, 16 de septiembre de 2019

El "Cártel de Malthus".


La crisis demográfica europea, que era una evidencia premeditadamente guardada en el armario durante decenios, por arte de birlibirloque ya es noticia de segunda página en los medios de comunicación, pues el "trending topic" se lo lleva el "calentamiento global", obra del peligroso y machista, valga la redundancia, hombre.

No obstante, ¿podemos llamar al actual decrecimiento de la población, por ejemplo en España, crisis demográfica?
¿Acaso puede considerarse el descenso de la natalidad una política de Estado desde la muerte de Franco? Porque si fuera así no cabría hablar de crisis demográfica, sino de éxito del Estado malthusiano, del Estado obstaculizador de la natalidad.

Debemos a Thomas Malthus (1766-1834), clérigo y demógrafo inglés, los principios esenciales de la población. Quizás el más famoso sea este: los medios de subsistencia crecen en progresión aritmética (3+3 = 6) mientras que la población lo hace en progresión geométrica (3x3 = 9), si no encuentra obstáculos.

Centrémonos en éstos últimos.

Malthus los divide en su "Primer ensayo sobre la población" en positivos (sic) o represivos (guerras, epidemias, vicios, miseria) y en preventivos (miedo ante las dificultades que supone el mantenimiento de una familia).

Dando un salto desde Malthus a la modernidad, podemos comprobar que todos los obstáculos al crecimiento de la población están mal vistos. Por supuesto las enfermedades y la pobreza.
También la abstinencia sexual. Pero sobre todo las guerras, aunque sobre las guerras en la periferia se haga la vista gorda.
Ahora bien, que se repudien no elimina un elemento objetivo: sin obstáculos, la población crece de forma desmesurada.

Por tanto, los llamados Estados del Bienestar arbitran una serie de medidas aceptadas por la ciudadanía para evitar la expansión incontrolada de la natalidad: aborto, prohibición de la poligamia, esterilidad voluntaria, prácticas eugenésicas.
Son soluciones a la superpoblación que el Estado hace pasar por "instituciones civilizatorias" porque excluyen la violencia en todas sus formas (guerra, hambre, explotación, emigración por causas económicas o políticas) e introducen el deseo y la voluntad individual como factores necesarios para su puesta en práctica.

Si el control numérico de la población fue siempre una de las funciones del Estado, lo que resulta novedoso es que lo haga sustituyendo, por ejemplo, los efectos de las guerras (eliminación forzosa e intensiva, sobre todo, de hombres jóvenes) por políticas que tienen los mismos resultados, pero que sin embargo provocan la sugestión de que el Estado es el proveedor y garante de un mundo feliz, indoloro, "cool".
Lo que en principio puede parecer ciencia ficción, esto es, que la misión malthusiana (controlar la natalidad y reducir la población) del Estado encuentre a sus propios habitantes como cooperadores entusiastas y agradecidos; se convierte en evidencia cristalina gracias a dos elementos.

El primero es un imprescindible libro que será reseñado en otros artículos, titulado "Gaston Bouthoul, inventor de la Polemología",  Centro de Estudios Constitucionales, Premio "Luis Díez del Corral", 2017, del que es autor el que me atrevo a decir es el mejor escritor político español, el profesor Jerónimo Molina Cano, y del cual se extrae, entre otras, la conclusión de que el arte de organizar lo social es el arte de organizar la hipnosis de las masas, pues sólo así se puede explicar que el pueblo considere su autodestrucción supervisada por el Estado un triunfo de la libertad individual.

Y el segundo una serie de datos que no se incluyen en el libro del maestro Jerónimo, pero que refrendan el acierto de la hipótesis de Gaston Bouthoul respecto al potencial sugestionador o hipnótico del Estado: el Imperio, esto es, EE.UU., tenía en 2016 según datos del Cirujano General de la Nación, 27 millones de adictos a las drogas y 66 millones de alcohólicos. De mantenerse las tendencias actuales uno de cada siete estadounidenses enfrentará un problema con las adicciones en el curso de su vida.
En 2016 murieron 63.632 personas por sobredosis de droga, un 21% más que el año anterior, pero entre éstas muertes no se contabilizaron las causadas por accidentes laborales o de circulación debidos a estar bajo los efectos de las mismas, la violencia generada por el uso y tráfico de estupefacientes y las enfermedades derivadas de su consumo.
Los fallecimientos por la epidemia causada por las drogas supera en mucho las bajas en todos los conflictos bélicos en que ha intervenido EE.UU. luego de la Guerra de Vietnam.
No obstante, únicamente el 10% de las personas con problemas de adicción reciben algún tipo de tratamiento, y sólo en 2017 se produjo la autorización del uso del cannabis con fines no médicos (lúdicos) en nueve estados de la Unión y el Distrito de Columbia. Es decir, el Estado del país más poderoso de la Tierra no tiene ánimo administrativo ni político de que la epidemia se extinga porque, en todo caso, se trataría de un problema "recreativo" al que hay que dar curso legal.

Las consecuencias del reconocimiento por parte del Estado de que el consumo de drogas (y de analgésicos derivados del opio y de sedantes hipnóticos y de antidepresivos como el prozac...) es un derecho individual a la felicidad, a la muerte digna, sin dolor..., no deja lugar a dudas: en 2015 y 2016, por primera vez en 50 años, EE.UU. experimentó reducción en la esperanza de vida de sus ciudadanos.

El clérigo Malthus no podía imaginar la cuadratura del círculo: la eliminación masiva de la población por obra de la propia población en nombre de su libertad individual, y a través de comportamientos que considera lúdicos; con la garantía jurídica del Estado y la supervisión técnica de sus servicios públicos de salud.

¿Estado del Bienestar? 

Creo que se ha ganado otra denominación más precisa: "Cártel de Malthus". 

¿Crisis demográfica en el Estado del Bienestar?

Todo lo contrario: máxima rentabilidad y eficiencia del cártel malthusiano.


twitter: @elunicparaiso

5 comentarios:

  1. Buenos dias

    Triste diagnostico de una sociedad, como la americana USA a modo de ejemplo, la que Ud. nos expone, pero ya son varias personas que nos recuerdan una tendencia sobre el uso del cannabis.

    Recuerdo haber visto una entrevista al Profesor Niño Becerra en donde preveia un uso mas amplio cara al futuro como consecuencia o a razon de cambios sociales ligados a la menor inclusion social, profesional, de personas en el ambito laboral, y por tanto merecedor de retribuciones por sus acciones, obras o meritos

    No sere quien haga apologia del consumo de drogas, ya que dudo tanto de su necesidad ( salvo fines muy terapeuticos ), como de su uso social, pero inssito, no es Ud. el primero que nos hace ver una realidad

    Un saludo

    J.

    ResponderEliminar
  2. Buenos dias

    Llevo varios dias esperando algun comentario de un tercero, y como dicho comentario no llega, voy a exponer algunas ideas que barrunto, la palabra reflexion me parece mas grave, con respecto a su articulo

    Asocia Ud, o al menos una interpretacion simplona lo sugiere, al consumo autodestructivo y suicida de drogas como una faceta mas de practicas maltusiana, de la misma manera que asocia al Estado o Estados la aplicacion, o tolerancia contra la natalidad

    Ambas metodologias tienen como consecuencia tasas de crecimiento vegetativo inferior a las posibles sin dichas acciones

    Sin embargo quiero, quizas porque aun recuerdo lecciones de colegio de curas, varias enseñanzas, que no aprendimos, o experiencias que no han servido

    En mis tiempos de adolescente, el sacerdote profesor nos hacia ver cuales podrian ser las consecuencias de la falta de moral, cristiana a veces, si nos dejabamos arrastrar por el hedonismo

    La leccion mal impartida, o peor aprendida, fue olvidar que el hedonisno no era solo una practica personal, sino una costumbre social que impediria la formacion de compromisos matrimoniales o familia

    Ha pasado muchos años, y ejemplos tanto a favor como en contra, hemos visto, conocido o vivido, pero las consecuencias son que los jovenes de hoy, y hay ejemplos, ya no van a la Universidad a echarse novio/ novia ( ademas de formarse ), y que a veces la adolescencia se hace eterna y puede llegar a impedir la creacion de familia, con sus compromisos



    Tambien veo, y supongo que Ud. habra detectado tambien, como los ultimos movimientos sociales, estilo liberador, estan a favor de la promocion de formas de vida ajenas al papel clasico de familia, formada por padres o madres reproductores

    Dichos movimientos, generadores de demandas de derechos, llevan pautas y metodos de accion que podrian considerarse de estilo revolucionarios si los cotejamos con las rebeliones sociales del siglo XIX, y del XX, ya sean de corte obrero o sesenta-ochoista ( disculpe el palabro ) en donde la accion parece calcada a los pasos de la revolucion francesa o praxis hegeliana: Una fraccion social, con unos ideales o derechos como se dice ahora, aborda la calle, busca la publicidad, provoca la reaccion, y exige y ese era el objetivo la accion politica como unico metodo de resolucion de conflicto, con la consecuencia de poner la maquinaria juridica a la proteccion de los nuevos derechos o la nueva vision del problema.

    Resultado: Se ha conseguido regularizar hasta que se puede hacer o mejor dicho que no hacer, en casa y hasta en la cama

    Añado como tercer y ultimo capitulo de mi reflexion como esta organizada la gestion de los medios de produccion. De la produccion y gestion de los bienes de consumo, de la deslocalizacion de fabricas, y de la permisividad con respecto a la entrada en puertos occidentales de mercancias con ventajas que en siglos pasados hubieran dado a pretextos de patente de corso, u otras peores acciones

    Como consecuencia el valor del trabajo, del talento, de la relaccion entre mercaderes y consumidores locales ha disminuido, no solo disminuyendo rentas entre las clases medias o menos agraciadas, sino tambien dando incertidumbre a su futuro economico o personal

    Hasta que punto han sido acciones planificadas, e incluso palnificadas por grupos proximos al Estado. No lo se, si bien hay demasiadas opiniones conspiranoicas en la red inernet, pero el resultado es que nos acercamos a la hecatombe, si asi se me permite decirlo, cuya fecha de llegada puede coincidir cuando llegue a la edad de jubilacion los hijos del baby boom, y nos demos cuenta que en la Caja de la SS, como dice Celia Cruz............. no hay cama pa tanta gente

    Enlazando con mi comentarios de dias anteriores, y recordando la entrevista al Profesor Niño Becerra, vamos a la decadencia del bajo imperio romano ( este ultimo comentario es mio ), dando panen et circens para todos


    Saludos




    ResponderEliminar
  3. Buenos días Dº José.

    Me felicito por sus comentarios.

    Abren un muy interesante debate sobre la crisis demográfica y sus consecuencias. También sobre si la crisis demográfica es natural o provocada.

    Echemos un poco más de leña al fuego.

    Hoy me he enterado que el candidato demócrata a las elecciones presidenciales norteamericanas, Bernie Sanders, ha dicho que hay que subir impuestos para financiar abortos en "países pobres" y así combatir el cambio climático.

    Otra prueba más de la actividad del "clan de Malthus".

    En realidad, cambio climático, hedonismo, muerte digna... son maneras sutiles de lograr un objetivo políticamente mal visto: el control de la población.

    El "cártel de Malthus", estimado Dº José.

    Saludos y muchas gracias por participar.

    ResponderEliminar
  4. Tan solo han pasado 6 meses, y ha sido suficiente para llegar a confirmar sus malos augurios. Ha pregunta ¿ Ha presentado ya su CV de vidente o profeta?

    El fin de La Historia aun no esta escrito

    Saludos cordiales, desde la " paz del hogar "

    Jose

    ResponderEliminar
  5. Dº José, de nuevo gracias por su comentario.

    El elemento malthusiano del Covid 19 en absoluto es desdeñable.

    Resulta diabólico que no ataque a los niños y muy jóvenes.

    Es un virus extremadamente "inteligente".

    Fuerte abrazo y cuídese.

    ResponderEliminar