Habiendo proclamado por lo bajines el "honorable", o no, la
declaración unilateral de independencia (DUI), y solicitado el Gobierno al
Senado que apruebe la destitución de todo el Consejo de Gobierno catalán en
aplicación del artículo 155 de la Constitución, lo esencial no ha cambiado: ¿cómo
hacer que hasta el último ciudadano observe la ley?
El problema nunca reside en la promulgación de las normas, sino en la
voluntad de cumplirlas por parte de los que están obligados a respetarlas.
En Cataluña su Parlament
realizó en septiembre de 2012 una declaración de hostilidad a España y sus
leyes que puso en evidencia su intención sediciosa.
Lo importante no es la declaración de independencia, sino la declaración de hostilidad, puesto que con DUI o sin ella, hay unos dirigentes locales que acaudillan a una masa que se niega a respetar las leyes españolas.
Por tanto, proclamando el 155 o no haciéndolo, la cuestión sigue siendo cómo lograr que esas normas se apliquen al que se ha declarado en rebeldía.
Por tanto, proclamando el 155 o no haciéndolo, la cuestión sigue siendo cómo lograr que esas normas se apliquen al que se ha declarado en rebeldía.
Ahora bien, el dilema de cómo ejecutar las leyes se ha trasladado desde el 1 de octubre del presente al tejado "indepe", pues tres semanas después del plebiscito fallido que
dicen que ganaron, la posibilidad de que implanten sus llamadas "leyes de
desconexión" es pura quimera ante la negativa del Estado a consentirlo.
Referendo ganado, autonomía perdida, sería el resumen de los logros
"indepes". La paradoja, siempre atenta a la verdad.
¿Acaso somos videntes? Por supuesto que no.
Pero era sencillo deducir que los sediciosos no podrían pasar
del "partisanismo" (cortocircuitar la acción del Gobierno central en
beneficio propio parasitando los recursos públicos) al Estado catalán.
La labor de destrucción o de zapa que han llevado a cabo desde los años 80 del siglo pasado fue sencilla. Cualquier inepto es
capaz de demoler en pocas horas lo que costó hacer cientos de años. Sólo hay que ver
lo que tardan los terroristas de Daesh en destruir preciados monumentos forjados durante siglos. Con éste ejemplo es fácil comprender lo que en más de treinta años han liquidado los "indepes".
Pero construir...
Los independentistas catalanes no pueden pasar de la irregularidad a la
legalidad de su anhelado Estado porque ni pueden ni saben.
Ni tienen medios (dinero, sistema judicial, fuerza) ni conocen cómo alcanzarlos.
Para el Gobierno es enormemente sencillo neutralizarles, pues le basta con
boicotear cualquier iniciativa que acometan.
Es suficiente con hacer lo que los "indepes" llevan realizando
hace décadas: poner palos en las ruedas, dificultar su normal funcionamiento.
En realidad es lo único que ha hecho el Estado desde hace unas semanas
con tanta eficacia, esto es, facilitar salida de empresas, frenar la llegada de
dinero, mandar policías y guardias civiles a Cataluña...
El éxito se debe, sin duda, a que son acciones fácil de ejecutar al consistir en mera obstrucción.
"Partisanismo de Estado", hay que llamarlo.
Pero tienen al pueblo -me dirán ustedes-.
El pueblo "indepe" quizás sea virtuoso, no es este el momento
de discutirlo.
Pero lo que no conseguirá la multitud, por millonaria que sea, es dotar
de virtud a Puigdemont o Junqueras. Ni tampoco crear una Hacienda propia o
imponer sus leyes a quienes no quieran cumplirlas. La multitud "indepe"
es tan impotente como Puigdemont destituido.
Poco más hay que decir de la ruina de la Generalitat golpista.
Ahora bien, el problema sigue siendo cómo imponer la ley española.
Para volver por enésima vez a la cuestión tenemos que traer otra paradoja.
Gracias a que los "indepes" han renunciado en un acto suicida
a las inmunidades, a las gracias y exenciones que todos los Gobiernos españoles otorgaron durante décadas a la Generalitat para que hiciera con la Constitución lo que le pluguiese, ahora el
Estado no tendrá más remedio que hacer cumplir escrupulosamente la ley española
simplemente para que no se imponga la de los "indepes".
Sólo imponiendo las suyas el Estado puede evitar que se apliquen las "leyes de desconexión". De ahí el 155 y lo que vendrá.
Sólo imponiendo las suyas el Estado puede evitar que se apliquen las "leyes de desconexión". De ahí el 155 y lo que vendrá.
En pocas palabras, lo que jamás se hubiera logrado mediante el acuerdo
entre los partidos mayoritarios, es decir, que la ley impere en todos los territorios de España, lo logra Puigdemont.
Lo que es imposible alcanzar mediante el compromiso político entre PP y PSOE lo consigue el
enemigo.
Sólo desde este punto de vista cabe entender las palabras de la vicepresidenta del Gobierno cuando manifestó que "nadie ha tenido tan fácil evitar que se aplique la Constitución", refiriéndose al ex Presidente de la Generalitat.
Es el veneno convertido en fármaco, que dejó escrito el ilustre Carlo Gambescia en su "Liberalismo triste" (Ed. Encuentro, 2015).
Sólo desde este punto de vista cabe entender las palabras de la vicepresidenta del Gobierno cuando manifestó que "nadie ha tenido tan fácil evitar que se aplique la Constitución", refiriéndose al ex Presidente de la Generalitat.
Es el veneno convertido en fármaco, que dejó escrito el ilustre Carlo Gambescia en su "Liberalismo triste" (Ed. Encuentro, 2015).
Por último, conviene recordar que el hostil nos enerva, pero también agudiza nuestra potencia.
Es esta inevitable fortaleza ("a la fuerza ahorcan") la que dio pie a la reforma del Tribunal
Constitucional de 2015 a raíz del plebiscito por la independencia de Cataluña el 9 de noviembre de 2014, que garantiza que las leyes en toda España se cumplan sin necesidad de encarcelar o emplear la violencia física contra los rebeldes, por más que éstos sean miles o decenas de miles.
La ley española, con 155 o sin 155, se hará cumplir a los sediciosos porque el Estado, además de disponer de todos los medios de los que los "indepes" carecen, cuenta con el defensor de la Constitución: un Tribunal Constitucional con potestad para imponer sus propias resoluciones.
Lo único que cabría añadir es que los medios de comunicación deberían informar a
los ciudadanos catalanes en general, y a los funcionarios en particular, que no crean las bravuconadas de los políticos destituidos, los cuales jamás pensaron que alguna dificultad se interpondría en su camino por la pedestre razón de que nunca edificaron nada.
La multitud podrá salir a la calle, pero cuando los rebeldes reciban en sus
domicilios las notificaciones de multas e inhabilitaciones se encontrarán solos
frente al Estado que se encargará de forma minuciosa de arruinarles.
Sin prisión, sin violencia.
Bastará un expediente para cada uno.
Es la biopolítica que ya nos contaron Agamben y Foucault y que de forma masiva tendremos la oportunidad de contemplar a partir del próximo viernes.
Lejos de lo que piensa el incapaz Pablo Iglesias sobre el fin del sistema político de la Transición, Puigdemont y su "gent" han concedido al que parecía moribundo régimen la tabla de salvación.
Ese será el triunfo histórico del registrador Rajoy.
Lejos de lo que piensa el incapaz Pablo Iglesias sobre el fin del sistema político de la Transición, Puigdemont y su "gent" han concedido al que parecía moribundo régimen la tabla de salvación.
Ese será el triunfo histórico del registrador Rajoy.
Nota para "indepes" nostálgicos:
Cataluña ya no será Gibraltar.
La roca pirata vive bajo la protección del Reino Unido, pero lo cierto, el secreto bien guardado del Peñón no es otro que los "llanitos" hacen lo que les da la gana.
Unas pocas semanas conviviendo con ellos podrá convencer al que dude de lo que digo.
¿Dónde reside el enigma de su libertad?
Simplemente, que no se oponen a las leyes de Su Majestad. Les alcanza con ignorarlas.
Es la diferencia entre imponer tus normas y no cumplir las de otro que te ampara.
Esa es la diferencia que hay entre Cataluña y Gibraltar.
Sí. Cataluña fue Gibraltar durante algún tiempo.
Ahora sólo les quedará el consuelo de formar parte de los restos de la España Imperial.
Puigdemont, luego de salir de la cárcel, debiera ser distinguido con la Orden de Isabel la Católica, en grado de Medalla de Hojalata.
La burocracia de unos y la incapacidad de otros es frustrante para las personas con principios.
ResponderEliminarLos primeros por sustituir a Dios (la patria y el rey) por la Constitución, elevada a deidad por la gracia de Puch-demon.
Los segundos, por ser capaces tan solo de propaganda y mentiras temporales que, como bien dices, no han construido nada (salvo algunas fortunas fraudulentas).
Personalmente, me hubiera gustado un aplastamiento militar total. Pero no soy ni político ni militar, así que mi opinión no importa nada.
Ahora, lo que sí te voy a decir es lo que ocurrirá en el futuro cercano (sin ánimo de quitarle el puesto a Rappel): intervención, elecciones autonómicas, volverán a salir los indepes y vuelta a la casilla de salida sin cobrar (ni pagar por ello).
El Monopoly político español es así.
Gran comentario, querido amigo.
ResponderEliminarGrandísimo.
Le agradezco de corazón.
El pesimismo de la razón no deja lugar al optimismo de la voluntad.
A pesar de todo, soy de los que creen que nunca hemos estado mejor.
Creo que eso mismo le dijo un amigo en el lecho de muerte a Steve McQueen en el "Rey del juego".
Fuerte abrazo.
Buenas noches
ResponderEliminarSofocar una rebelion en donde el rebelde esta tranquilamente en su casa, es de buen corazon, y ayuda a las ancianitas a cruzar la calle, es extremadamente complicado, pero cualquier componenda politica que mantenga el actual pitorreo, o que consagre una diferencia de derechos ciudadanos entre españoles y cataespañoles ( porque nadie va a tirar a la papelera el DNI ) sera un desastre completo
La victoria independentista solo es posible mediante la destruccion de la convivencia española, asi que la solucion actual en la que el independentismo se cuece en su salsa no es la peor de las soluciones
Descartada la intervencion de la fuerza, solo queda la del dinero, porque si son ciertas las encuestas nada ha cambiado en los animos de los electores
Gracias por permitir la participacion
Saludos
Gracias a usted por su preciso y acertado comentario.
ResponderEliminarCreo que el tratamiento del Gobierno al golpe de la Generalitat está siendo el correcto.
La clave, como siempre, reside en hacer cumplir lo que se ordene. Veremos.
Un cordial saludo y hasta cuando usted quiera.
Gran artículo. Brillante.
ResponderEliminar"La multitud podrá salir a la calle, pero cuando los rebeldes reciban en sus domicilios las notificaciones de multas e inhabilitaciones se encontrarán solos frente al Estado que se encargará de forma minuciosa de arruinarles.
Sin prisión, sin violencia.
Bastará un expediente para cada uno.
Es la biopolítica que ya nos contaron Agamben y Foucault y que de forma masiva tendremos la oportunidad de contemplar a partir del próximo viernes."
Nunca pensé en esta "clave de lectura" ... :-)
Gracias por la "cita"
Gracias Carlo.
ResponderEliminarCreo sinceramente que así va a ocurrir.
Y los funcionarios y dirigentes "indepes" no se enteran.
Lo que está ocurriendo en Cataluña nos debe servir para volver a pensar las categorías políticas a la luz de las nuevas potencias del que he llamado "Estado Caníbal".
La violencia física, la prisión..., se han convertido en medios residuales, por innecesarios, de la lucha política.
En cuanto a la cita, "Liberalismo triste" es una fuente inagotable de sugerencias.
Gracias a ti por tan fabuloso libro.
Hasta pronto Carlo.
Buenos dias
ResponderEliminarYa han proclamado la republica
Y ahora que?
O ellos ? o nosotros ?
Cuando y como se decreta el fin del juego?
Los simbolos importan, y yo he visto la votacion ilegal en Al Jazira, no en la TVE
Saludos
Jose
¿Y ahora qué?
ResponderEliminarLe remito al artículo publicado en este blog el 3 de septiembre de 2015.
Lo resumiría en ruina masiva para "indepes".
Fuerte abrazo.
Buenos dias
ResponderEliminarCada dia nos encontramos con un nuevo capitulo de la obra teatral, de la cual aun no sabemos si es comedia, drama o sainete
Al descalabro de la accion independentista, al cual las actuaciones judiciales iran poniendo en su sitio, nos encontramos con un pronunciamiento mas tipico del siglo XIX, que de nuestros dias, y ha sido el comunicado de la Sra Colau considerando como legitimo el gobern destituido
Llevo varios dias cavilando, a veces entre amigos, en donde estamos metidos, y barruntamos que tenemos dos desafecciones. Una de ellas es la que sus señorias tipificaran como sedicion, o no, pero la otra, que no era tan visible ha mostrado hoy y mas abiertamente su cara, tal como podemos ver en los periodicos
La insubordinacion, si asi la pudieramos llamar, presenta dos cabezas ( y puede que tres si consideramos quien sostiene a quien en cada ayuntamiento ), y se dirige claramente a la deslegitimizacion del regimen democratico fruto del acuerdo constitucional de 78
Con preocupacion, un saludo
Jose
Buenos dias
ResponderEliminar¿ como se sofoca una rebelion en donde las barricadas son escudos humanos formados por bebes y niños de tierna infancia ?
Con preocupacion. un saludo
Jose