Rajoy debe estar pasando una mala racha. No hay duda.
Corre
desesperado hacia la puerta de entrada a la sala donde le esperan sus homólogos
europeos y los miembros de seguridad le dan el alto porque no le reconocen en
su estado febril; le intervienen la sede del partido, pero jura y perjura ante
quien quiera oírle que no lo han hecho.
Nada
pasa, nada sucede, no hay nada que decir, todo son “noticias de segunda mano”.
Esta
situación me lleva a pensar que Rajoy está obsesionado con Fleetwood Mac, el grupo
que compuso la maravillosa canción titulada “Second hand news”, pues seguro que
escuchaba a esa banda mientras estudiaba el censo enfitéutico y la prescripción adquisitiva preparando las
oposiciones a Registrador de la Propiedad.
La
fijación del Presidente con el referido grupo musical debe traer causa de que
no se explica aún cómo fue posible que Stevie Nicks, antes de incorporarse a
Fleetwood Mac, se dedicase a limpiar casas y edificios, a pesar de que ya por
entonces era una grandísima compositora y vocalista.
“¿Por
qué Mick Fleetwood, el líder de la banda, no la quería y sólo buscase los
servicios de su pareja, el guitarrista Lindsey Buckingham?" –tiene que pensar Rajoy
en los Consejos Europeos mientras la melancolía le ahoga-.
Nuestro
“premier” no llega a comprender cómo alguien no era capaz de darse cuenta del
talento de Stevie, lo guapa que era, lo bien que cantaba.
Pero
Dº Mariano pone el foco en el lugar equivocado.
Da
igual que Stevie Nicks sea una diosa, un ángel vestido de bruja que el Altísimo puso
en la Tierra para hacernos felices.
Lo
realmente importante del caso, lo que tendría que preguntarse un Presidente de Gobierno no es por qué la diva estuvo a punto de pasar desapercibida, sino qué fue lo que hizo posible que, al final, Fleetwood cambiase de opinión
para aceptar a la señorita Stevie y que el mundo pudiese ser más bonito de lo
que ya es gracias a canciones como “Second hand news”.
Y
la respuesta está en la portada del disco que contiene la citada canción,
“Rumours”.
http://www.youtube.com/watch?v=p6Fdm3-dnr0.
http://www.youtube.com/watch?v=p6Fdm3-dnr0.
Allí se encuentra Dº Lindsay Buckingham, a la sazón novio de la interfecta, vestido con una taleguilla y un chaleco negros, sosteniendo con su mano izquierda el intento de vuelo de la bruja Stevie.
Lo
que más me llama la atención no es la ausencia de Mick Fleetwood, líder de
la banda, sino el mencionado chaleco, pues se anuda mediante un cordón que
termina en dos ostentosas esferas colgantes.
Pues
eso señor Rajoy, fueron las esferas que portaba el señor Lindsay las que
obligaron a entender al señor Fleetwood que la señorita Stevie, su amor, era gloria y que
como tal había que conservarla.
La enseñanza que usted tendría que sacar de lo anterior es sencilla: España es un paraíso y no se entiende que no se quiera reconocer así, que haya gente que la desprecie y hasta que trabaje por destruirla.
Pero su papel no consiste sólo en loar las bondades del paño y lamentar su escasa consideración, pues su tarea esencial es evitar que se rompa.
Lo que implica que para garantizar que el hermoso país pueda seguir volando tiene que ponerse el chaleco rematado con dos esferas de Lindsay Buckingham y lucirlo sin miramientos, con orgullo, ante los hostiles que se niegan a reconocer lo evidente.
Lo que implica que para garantizar que el hermoso país pueda seguir volando tiene que ponerse el chaleco rematado con dos esferas de Lindsay Buckingham y lucirlo sin miramientos, con orgullo, ante los hostiles que se niegan a reconocer lo evidente.
Y
luego hágase una foto, o millones, exponiendo al mundo la bonitura de España
libre de enemigos.
Eso
sí, con el chaleco de Lindsay siempre bien puesto, pues no conviene olvidar que si el
mundo disfruta de Stevie Nicks ello se debe al uso adecuado de las extremidades esféricas del chaleco
de aquél.
twitter: @elunicparaiso
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