La declaración judicial del 16 de febrero de 2013 del poco excelente señor Diego Torres, testaferro del Excelentísimo Señor Dº Iñaki Urdangarín Liebaert, Duque consorte de Palma de Mallorca, ante el Juzgado de Instrucción nº 3 de la misma ciudad, retransmitida en tiempo real por los medios de comunicación de todo el país (inconfundible denominación de origen "Marca España"), ha supuesto un antes y un después en el escasamente honorable empleo de testaferro.
Semejante tarea, según la cual una persona suplanta o encubre a otra a la que presta su identidad, literalmente “cabeza de hierro” en italiano, y “títere” o “tonto útil” en román paladino, no deja de ser una mala forma de ganarse la vida, casi tan mala como la de Duque consorte de Palma de Mallorca.
Lo
que no había sido hasta la aparición del señor Torres es una pésima forma de
malgastarla, de perderla.
En
Marzo de 2012 publiqué un artículo aquí mismo http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2012/03/urdangarin-contra-su-cunado.html
donde teorizaba sobre el affaire Urdangarín y lo califiqué como un ajuste de
cuentas del heredero al trono a su cuñado a raíz de la reciente fortuna del
ennoblecido balonmanista gracias a sus mañas de birlibirloque.
Pero
hete aquí que en el rifirrafe entra en escena el testaferro (“¡pero dónde vas,
que te vas a matar!” le habrían advertido en su pueblo si lo frecuentara, pero
claro, el señor Torres no veranea en ningún burgo, pues como buen advenedizo,
él, en todo caso, practicaría “turismo rural”).
Sea
como fuere, el “tonto útil”, en una prueba más de que lo que nos falta son
buenos profesionales sea cual fuere la tarea, quiso dejar de serlo para convertirse en “el listo”, sin
más, cuando precisamente lo que sobra en “Marca España” son listos.
Para
ello no se le ocurrió otra cosa que romper el contrato por el cual recibía
indecentes beneficios a cambio de poner la cara por el ex Excelentísimo hasta
que se la partieran si fuera menester.
Tuvo
que haberse fijado en un Grande de España, el difunto Dº Manuel Prado y Colón
de Carvajal, condenado a dos años de prisión en el caso “Wardbase” por dicen
que haberse apoderado de forma ilícita de dos mil millones de las antiguas pesetas (unos doce millones de euros).
Dº
Manuel asumió sus culpas y las de algún otro, recibiendo a cambio la garantía Real de que el buen nombre de su familia quedaría salvado. Y así fue, como atestigua su hijo, el grandísimo Borja Prado
Eulate que ejerce de Presidente de Endesa y es miembro de la Trilateral.
Pero
no, nuestro Torres tenía que ser “el listo” y qué otra manera de probarlo que
chantajear a la Corona como medio de obtener la absolución de su más que
probable, pero con total seguridad ridícula, condena.
“Sí
que soy listo” tuvo que pensar el “tonto útil”.
Pensó
que si forzaba la imputación de la Infanta su estrategia tendría éxito.
Ni
por un momento cayó en la cuenta que para las Casas Reales lo importante es la
Casa no los muebles, por muy Infantas que sean.
Si
París bien vale una misa, ¿no cree el señor Torres que un país entero, aunque
se llame “Marca España”, bien vale una Infanta?
Además, Dª Cristina tiene una defensa inexpugnable para salir airosa del lance.
Es normal que el señor Torres no haya parado mientes en su coartada, pues ni
los prestigiosos abogados de la Duquesa lo han hecho.
Yo
se la brindo aquí gratis total, no por salvar la virtud de la dama sino para ridiculizar a nuestro sistema político entero que carece de vergüenza.
Andan los opinantes de un lado y de otro quejumbrosos porque aseguran que si un particular se viera
envuelto en un caso parecido al de la Infanta ya estaría imputado.
Es
evidente que tienen razón salvo en un supuesto: si el protagonista
se llama Felipe González Márquez y se reclama "de izquierdas".
El
antiguo Presidente del Gobierno no tuvo un testaferro sino un Ministro de
Interior por él designado (de su Secretario de Estado Rafael Vera mejor nos
olvidamos) que fue condenado por delitos económicos, pero también por secuestro
de particulares ajenos a cualquier ilegalidad (Segundo Marey).
El
Ministro al que me refiero, el señor Barrionuevo, fue condenado en Julio de
1998 por la Sala Segunda del Tribunal Supremo a diez años de prisión y doce de
inhabilitación absoluta por los delitos de secuestro y malversación de caudales
públicos.
Recurrió
al Tribunal Constitucional y éste le concedió la suspensión provisional de la
condena hasta que el mismo Tribunal ratificó la sentencia en 2001.
No
obstante, en Diciembre de 1998 recibió un indulto parcial del Gabinete Aznar
por el que le redujeron a un tercio la pena, al tiempo que le concedían el
tercer grado penitenciario en régimen abierto gracias al cual sólo
pernoctaría en prisión desde la ratificación de la condena por el
Constitucional en 2001 hasta su libertad definitiva en 2004.
En
realidad sólo estuvo en prisión diez meses (siete de los cuales en preventiva) por detención ilegal y robo masivo.
El que lo nombró y coordinó como Presidente del Gobierno (artículo 98.2 de la Constitución) actuó en el proceso judicial como mero testigo.
El que lo nombró y coordinó como Presidente del Gobierno (artículo 98.2 de la Constitución) actuó en el proceso judicial como mero testigo.
Si el señor Felipe González no fue imputado en el caso
en el que su Ministro de Interior fue condenado por secuestro y
malversación, y luego indultado; ¿por qué sí tendría que serlo la Infanta por
delitos menos graves?.
Si al que presidiera el Consejo de Ministros no se le podía "estigmatizar" de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, aunque dirigiese una banda de forajidos de leyenda, ¿por qué sí a la hija del Rey de España?.
¿Acaso no son el Presidente del Gobierno y la Infanta de España iguales ante la ley, iguales ante la misma jurisprudencia?.
Si al que presidiera el Consejo de Ministros no se le podía "estigmatizar" de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, aunque dirigiese una banda de forajidos de leyenda, ¿por qué sí a la hija del Rey de España?.
¿Acaso no son el Presidente del Gobierno y la Infanta de España iguales ante la ley, iguales ante la misma jurisprudencia?.
Ya
ve Dº Diego, su chantajito de parque infantil le va a asegurar una condena
larga, profunda, sin indulto. A usted y al Duque.
Por lo que respecta al sujeto pasivo del chantaje, la Casa Real con la Infanta incluida, no sufrirá ni la más mínima afrenta judicial como le acabo de demostrar. Incluso saldrá reforzada, pues con su locuacidad forzará la abdicación, que buena falta le hace.
Lo tenía todo para hacer fortuna y quién sabe si con el tiempo lograría que sus hijos alcanzasen la fama de ser Grandes de España o Ceos de alguna empresa de energías renovables. Todo lo ha dilapidado por evitar una minúscula condena, por ser un mal profesional, por querer ser otro "listo".
Lo tenía todo para hacer fortuna y quién sabe si con el tiempo lograría que sus hijos alcanzasen la fama de ser Grandes de España o Ceos de alguna empresa de energías renovables. Todo lo ha dilapidado por evitar una minúscula condena, por ser un mal profesional, por querer ser otro "listo".
Un
mérito hay que reconocerle, aunque sea involuntario: la contribución a la picaresca hispánica con su invento de la personalísima figura del “retonto útil”. Como se puede imaginar no le puedo dar la enhorabuena.
¡Lo que va de la marca hispánica a la Marca España! Muy bien visto todo.
ResponderEliminarGracias Dº Enrique. Para eso estamos. Un abrazo.
ResponderEliminarMaestro, siempre es un grandísimo placer contar con su aprobación. Un abrazo de su discípulo.
ResponderEliminarSembrado
ResponderEliminarBuenas tardes Dº Paco. Muchas gracias y sepa que le sigo.
Eliminar...sin perjuicio de que el señor Torres sea como ud. dice...un ejemplo claro de "retonto ùtil"...algunos le agradecemos que por su "tontuna" haya salido a la luz...tal cantidad de podredumbre que de otra forma...como en el caso del delincuente de Gonzalez Marquez, como ud. bien apunta..quedò oculta por la "obediencia debida" de un Barrionuevo expuesto y asimilado a su destino de sufridor...por los altos intereses de la mafia politica-real..etc...
Eliminar...es justo destacar la fina ironìa de sus palabras, pero ès indecente -premiar el silencio, la complicidad en el fraude..a costa de una condena menor-...deberiamos avergonzarnos de vivir en un pais con un sistema tan absolutamente miserable a la par que repugnante...
...algo asi como poder sentirme..ciudadano de un pais..no un borrego al que lo pueden manipular...porque asi esta establecido por el poder..con la informaciòn, con la forma de ejercer justicia...y con lo que llaman democracia...porque los mismo borregos al invito de la televisiòn-como-vehiculo-convocador...asi lo determina...el ciudadano de un pais asi...con o sin ironìa..deberia sentirse avergonzado...por encima de todo...
Buenas tardes.
EliminarLe agradezco mucho su comentario y que sepa valorar el tono irónico del artículo.
Claro que tiene razón en que gracias a la publicación de los correos del señor Torres sabemos muchas cosas de las andanzas del Duque y de los que no son Duques.
Pero como personaje es un arrogante sin honor.
Arrogante porque pensó que acusando iba a salir bien parado.
Y sin honor porque le compraron para que diera la cara por otros y cuando llegó el momento no lo hizo.
Dios escribe recto con renglones torcidos.
Gracias a la traición del señor Torres a los que le pagaron hemos podido conocer los bajos fondos de la Casa Real.
Pero lo hizo porque lo consideró una buena defensa, no por arrepentimiento.
Como es obvio, lo que va a lograr va a ser una condena como jamás imaginó.
Pero tiene usted razón, el título del artículo debiera haber sido el siguiente: Dº Diego Torres, gracias por ser el "retonto útil".
Un abrazo fuerte y muchísimas gracias por participar.
Todo esto demuestra que, 1º en el fondo los Borbones no son tan malos como dicen, suelen recompensar a sus fieles lacayos, y 2º que España con este Borbón ha "progresado" tanto que ha vuelto al siglo XIX, y la famosa "Marca España" es lo que a finales de siglo Joaquín Costa - que, aparte de ser una calle de Madrid, fué un profesor universitario que nunca llegó a catedrático por denunciar el nepotismo imperante - denominó "Oligarquía y Caciquismo".
ResponderEliminarGracias por su comentario Dº Iñigo.
ResponderEliminar¡Cuánta razón tiene!
El problema es que la Oligarquía y el Caciquismo no son tan fáciles de desterrar.
De hecho yo considero que es imposible.
O casi, pues la esperanza es lo único que se pierde y es lo que nos permite seguir trabajando por un presente mejor.
Un placer contar con su participación.
Reciba un afectuoso saludo.