El artículo que hace el número
cien del blog pretendía que fuera algo especial.
Pero como no voy a hablar de la geografía ni de nuestras tradiciones, mi gozo en un pozo. O lo que es igual, el post no puede tratar más que de la rampante mediocridad.
¡Qué le vamos a hacer!
El caso es que un dizque
comunista se jacta con facundia de considerar a Su Majestad Felipe VI como
"ciudadano Felipe".
Entiende el aristócrata de los Presupuestos
del Estado que con ello pone al monarca "en su sitio".
¿Pero qué hace el prócer al
cambiar el tratamiento del Rey?
El objetivo, viniendo de un
orgulloso republicano de la II República, no puede ser otro que rebajar el
rango del titular de la Corona. De Su Majestad a ciudadano.
El problema de semejante
sustitución es que el diputado siniestro, queriendo degradar la institución de
la Monarquía, lo que está haciendo es echar por tierra la condición de
ciudadano.
"¡Felipe, no eres más que
otro ciudadano!", -sería el mensaje escasamente subliminal del orgulloso
izquierdista.
Parece ser que ésta ocurrencia
resulta graciosa a los medios de información afines al comunista, que no
pierden oportunidad de resaltarla cuantas ocasiones se tercien.
La verdad es que un servidor no
le encuentra la gracia por ningún lado, aunque la importancia de quien esto
escribe se aproxima a cero.
Lo realmente grave para el
chistoso es que Saint-Just, el célebre revolucionario francés que seguro
nuestro protagonista tanto admira sin saber por qué, consideraría el sarcasmo una
infamia, un delito precisamente contra los ciudadanos y contra el pueblo.
Saint Just, veinteañero que
ejerció de acusador en la Asamblea contra el luego guillotinado Luis XVI, en su famoso discurso dejó dicho que la monarquía no es un rey,
sino "el crimen de realeza" y que la soberanía del pueblo era "cosa sagrada".
Pero sobre todo gritó al cielo
que lo que en ningún caso era el rey era "un ciudadano". "¿Qué
es un rey comparado con un francés?" -sentenció-.
Los ciudadanos para Saint Just eran sujetos
políticos que determinaban la voluntad común..., excepto el rey, ajeno por
completo a la voluntad omnipotente del pueblo.
Los defensores de
Luis XVI en la Asamblea aceptaron el argumento de los jacobinos y pidieron que
fuera el pueblo soberano quien tuviera la última palabra sobre el destino del monarca.
Lo que fue respondido con la
célebre diferencia entre "voluntad general" y "voluntad de
todos", es decir, aunque todos perdonasen, la voluntad general no puede
hacerlo.
La víctima (el pueblo) no puede
perdonar al culpable (la Monarquía), y dado que el Rey va unido a la
institución, la ejecución del monarca es la única forma válida de dar por
finiquitada a la Corona y por reparado el crimen de realeza.
Siguiendo la estricta literalidad
de las palabras de Saint Just, es obvio que el funcionario político patrio
admirador de Saint Just habría sido enviado a la horca por Saint Just por
considerar al monarca un ciudadano, esto es, una persona con derechos políticos
capaz de concurrir a la formación de la voluntad general.
Sin embargo, ¡oh paradoja!, por blasfemar contra
la república y el pueblo al considerar al Rey Felipe VI un ciudadano, el
político perdonavidas que se declara republicano pasa entre sus votantes y
entre los que no lo son por ferviente antimonárquico.
El hombre moderno se constituye
en sujeto político porque no quiere ser lo que es.
La novedad histórica consiste en
que quiera ser alguien peor de lo que realmente es.
Artículo centenario y centenares
de políticos mediocres y analfabetos rabiosamente orgullosos de serlo.
¡Lo hemos conseguido!
Saint Just seguramente fue catalán, rama "indepe".
Por lo visto algunos diputados catalanes han decretado la independencia unilateral de Cataluña proclamando la
soberanía absoluta del Parlament, obviamente sin que el pueblo al que tanto apelan
les haya dado su aprobación.
No obstante, conociendo la
diferencia establecida por Saint Just y sus camaradas entre "voluntad general" y "voluntad de todos", ¿algún
lector piensa que si los ciudadanos de Cataluña se opusiesen a la voluntad
general de Puigdemont, Mas y Junqueras éstos amantes del género humano catalán
les harían caso y se irían a sus catalanas casas?
twitter: @elunicparaiso
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