miércoles, 11 de julio de 2012

¿De qué se quejan los funcionarios si han subido el IVA?


         
              Tributo, por supuesto voluntario, a Hans Hermann-Hoppe y al maestro Jerónimo Molina.


           Para un servidor resulta incomprensible que los funcionarios se opongan en la calle porque les han “quitado” una paga extra.

            Pues, ¿qué tendrían que hacer entonces todos aquellos que además de no ser funcionarios les han subido el IVA?.

            Si fuera empleado del Estado caníbal no estaría enfadado sino moderadamente satisfecho.

            Veamos por qué.

            Todos los ciudadanos que no son funcionarios pagan impuestos.

            Sin embargo, ¿pagan tributos los miembros de la función pública?.

            Rotundamente no.

            Vamos a imaginar que se implanta el paraíso fiscal que propugno.

            En principio, todo el mundo mejoraría su nivel de renta dado que los impuestos se reducirían para todos de manera drástica, y como “Hacienda somos todos”, champán y galletas para todos.

            Pero la realidad desmiente a la teoría, pues los funcionarios no sólo no se verían beneficiados por la eliminación de impuestos, sino que verían reducida su renta a cero, a cero patatero, dado que sin tributos estatales sus ingresos simplemente desaparecen.  

            La consecuencia evidente ES QUE NINGÚN EMPLEADO PÚBLICO PAGA IMPUESTOS, SINO QUE VIVEN DE ELLOS, los consumen. Un ejemplo.

            Pongamos que un funcionario, laboral o de carrera es indiferente, recibe un salario mensual de 2.000 euros y paga 1.000 de impuestos en el mismo periodo por todos los conceptos.

            El resultado neto es que el empleado público gana 1.000 euros limpios de polvo y paja.

            Por tanto, ESE FUNCIONARIO NO SÓLO NO PAGA IMPUESTOS, SINO QUE CONSUME 1.000 EUROS DE IMPUESTOS QUE SON DETRAÍDOS DE LOS INGRESOS DEL RESTO DE CIUDADANOS QUE NO RECIBEN RENTAS DEL ESTADO CANÍBAL.

            Jamás protestará un funcionario por una subida de impuestos, pues viven de ellos.

            Por tanto, hoy que el Estado les ha “suprimido” una paga, deberían estar contentos porque la Hacienda Caníbal ha aumentado sustancialmente el IVA, gracias a lo cual ellos podrán seguir consumiendo tributos.  

            Sin embargo se quejan.  
            Vuelvo al principio, ¿qué tendrían que hacer entonces todos aquellos que además de no ser funcionarios les han subido el IVA?.

            Y es que el egoísmo es un vicio que nubla la vista.


twitter: @elunicparaiso

13 comentarios:

  1. No lo veo tan claro, querido amigo.

    No creo que el problema sea que unos pagan y otros consume impuestos. Yo mismo consumo y pago impuestos, cuando conduzco por la carretera o voy al médico.

    Cada uno se paga su sueldo con su trabajo, no importando el origen de los fondos.

    ¿Porqué siempre sé va en contra de las personas y no de las cosas?

    El problema sí que es de gestión, porque pagamos muchos impuestos que se despilfarran sin medida ni control. No hay gestores eficaces en esta administración.

    Saludos salvajes

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  2. Yo no creo haber dicho que el problema sea que unos pagan y otros consumen.
    Si voy a la panadería y compro pan, pago el pan y el panadero se gasta el dinero que le entrego.
    Lo cierto es que en toda transacción unos pagan y otros consumen. Pero esa transacción es VOLUNTARIA.

    El problema es la INJUSTICIA INTRÍNSECA DE LOS IMPUESTOS que provoca que unos paguen por lo que no quieren y otros reciban por lo que no se necesita.
    Y cada vez pagarás más y recibirás menos.

    El problema es la JUSTICIA INTRÍNSECA DE LOS IMPUESTOS que siendo en teoría iguales para todos, unos los pagan y otros no.

    Y el problema de la injusticia intrínseca de la tributación forzosa no es de gestión, es insoluble. Jamás se podrá arreglar porque está basada en la imposición de un Estado caníbal que elimina la libre elección de calidades y precios entre productor y consumidor.
    El Estado dice, "tú paga tanto y tú recibe tanto", CON INDEPENDENCIA DE LO QUE UNO NECESITE Y LO QUE OTRO HAGA.

    Yo no estoy en contra de que los funcionarios cobren por su trabajo, (pues algunas de las labores que desarrollan son imprescindibles), SINO DE QUE COBREN LO HAGAN BIEN O LO HAGAN MAL, NECESITE SUS SERVICIOS O NO LOS NECESITE.
    Y para romper esa diabólica espiral hay que acabar con el Estado caníbal y la imposición forzosa.

    No conozco tu caso.
    Lo relevante es que el resultado neto de una parte de la población es que paga impuestos (con independencia de la calidad y el coste de los servicios que recibe, dado que no puede elegir), y el de la otra parte es que los consume.

    Y esto es así, de la misma manera que esta mañana salió el sol y dentro de un rato será de noche.

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  3. El razonamiento de Hoppe y del anarcoliberalismo es impecable. A partir de la doctrina de F. Oppenheimer, hay dos formas de obtener ingresos: o se comercia o se hace política. En consecuencia, trasladado a tu reflexión, es evidente que el salario del funcionario, consecuencia de la explotación fiscal de la nación, no sería otra cosa que un consumo neto de impuestos (y aquí viene en tu ayuda Rothbard). En cambio, quienes no pertenecen la estructura del Estado se presentan como pagadores netos de impuestos.
    Todo esto traslada la cuestión a otro plano, porque Hoppe no acepta que la política no es necesariamente perversa. No sólo la política estatal, sino toda la política. Sin imposición no sólo no hay Estado, sino que tampoco hay gobierno, y esto creo que nunca se dará en este mundo.
    Estoy de acuerdo contigo, enlazando con el contenido general de El paraíso, que la única forma de acabar con el Estado caníbal es ponerlo a dieta de impuestos. La cuestión es cómo sobrevivir al Estado caníbal sin regresar a la etapa de los pueblos sin aurora.

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    1. Profesor Molina, sólo puedo darle las gracias por su comentario. Sabe que sin su inspiración este blog ni existiría.
      Un abrazo.

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  4. Siendo conciso, me vas a permitir que parafrasee a mi Maestro: "al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

    La anarquía me atrae pero siempre bajo una manta moral personal. Sín esa conciencia, las reglas actuales sirven para vivir con humanidad.

    Por eso, sigo creyendo que el problema es la gestión y no la imposición.

    Saludos salvajes

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    1. Socretino, no termino de comprender su comentario.
      La moral es importante, faltaría más.
      En cuanto a que no crea en la mejora de la gestión para acabar con el Estado caníbal no supone necesariamente que quiera imponer la guillotina.
      Por cierto, toda Revolución lo único que consigue es reforzar el Poder.
      No sé. Quizás hoy esté ayuno de comprensión.
      Un abrazo fuerte de su amigo.

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  5. Estimado bloguero canibal,

    A mi corto entender de empleado público,creo que haces trampa en tus razonamientos y no introduces términos como fallos del mercado o servicio universal, ¿te atreves a introducir el conceto? Lo que sí estoy de acuerdo es que el café para todos no es bueno nunca.

    Un abrazo

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  6. Mi alegría por poder contar con su colaboración es difícilmente descriptible. La mejor noticia del día.

    Su comentario supone toda una evidencia. La evidencia de que el pensamiento socialdemócrata ha penetrado en nuestra generación para quedarse.

    El mercado tiene fallos. Aceptémoslo.
    LA CONSECUENCIA ES QUE QUIEN LOS TIENE QUE CORREGIR ES EL ESTADO, O SEA, RAJOY, ZAPATERO, LOS TECNÓCRATAS Y LA BUROCRACIA SINDICAL Y EMPRESARIAL.
    Lo bien que corrige la clase dirigente los fallos del mercado está a la vista de todos.

    Pasemos a la segunda objeción.
    El servicio universal. ¡Hay con el servicio universal! ¡Cuánta miseria en nombre del servicio universal!

    Como bien sabe, soy un experto "connoisseur" de la periferia.
    Bueno, pues ese conocimiento me permite afirmar que los yonkis no son acreedores de ningún tipo de servicio universal. De ninguno.
    Los "camellos" de toda laya tampoco son acreedores de ningún tipo de servicio universal. De ninguno.

    Los abogados jubilados sí tendrían que ser acreedores de servicios universales. Bien, pues no lo son porque han cotizado a una mutualidad y tienen que recibir prestaciones de ella hasta que se mueran.

    En consecuencia, el servicio universal es una falacia.

    El Estado caníbal tiene organizada una guerra civil en la sociedad entre los que pagan y los que no pagan. Cuanto menos paguen más aliados tendrá el Estado para arrasar los restos de oposición a su tiranía.
    El servicio universal es una de sus armas favoritas.

    Que un aristócrata como usted hable de servicio universal y de fallos del mercado me permite colegir que lo único universal es el socialismo.

    Mis respetos y mi alegría por saber de usted.

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  7. Me acabo de enterar que en El Ejido (Almería) a un ciudadano en situación irregular le ha pateado la cara una yegua celosa de su integridad sexual.

    El dueño de la finca dice que el gachó era un asiduo del establo, que sin duda tenía como su lupanar "privé".

    Sea como fuere, la entera reconstrucción de la cara pateada ha corrido por cuenta de esa maravillosa cobertura universal nuestra.

    Apuesto a que si ese aseguramiento universal no existiese, el aficionado al bestialismo se lo pensaría varias veces antes de repetir prácticas tan agresivas para satisfacer su fogosidad.

    No obstante, gracias a la cirugía estética que se le ha practicado y a los cuidados médicos que recibirá hasta su completa curación, auguro lo peor.

    El reconvertido en galán gracias al Servicio Andaluz de Salud, volverá por sus fueros, y la yegua, ante el primoroso aspecto del otrora agresor, pondrá fin a su resistencia.

    En unos meses, matrimonio al canto celebrado por el concejal defensor de la convivencia pacífica entre perros lobo y gatos siameses.

    Beneficios colaterales del servicio universal, y por supuesto, gratuito.

    Y yo oponiéndome a semejante avance civilizatorio.

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  8. Estimado amigo, hago algunas objeciones sobre tu artículo:

    1)Generalizar sobre los funcionarios es como generalizar de las suegras, forma más parte del folclore, que del análisis serio.

    2)Los funcionarios son, o deberían ser, trabajadores al servicio público, no meros zampabollos al servicio de los políticos. Si les otorgamos esa categoría, luego no nos extrañemos de que los servicios públicos funcionan mal.

    3)En un país con un 20% de fraude fiscal, no hay evasión posible en las nóminas de los funcionarios.

    4)Los políticos y los enchufados no tienen que ver con los funcionarios en sentido amplio, incluyendo laborales y estatutarios. Estos no se ponen el sueldo, los otros sí.

    5)Un mal funcionamiento de los servicios públicos ocasiona pérdidas trágicas a las naciones, frecuentemente más que los errores de las empresas privadas. Te recomiendo los libros de Lawrence Peters (http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_Peter). No son prescindibles, por eso deben funcionar bien.

    6)Una subida de impuestos no significa más recaudación, sino que puede ser lo contrario, según la curva de Laffer (http://tendenciasdelmundocontemporaneo.blogspot.com.es/2012/07/po.html). En este caso, la realidad lo ha demostrado a las claras.

    Un saludo.

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  9. Dº Jaime, buenas tardes y muchas gracias por su comentario.

    Yo no tengo objeción alguna respecto a su certero análisis.

    Ahora bien, lo único que pretendo demostrar es que los funcionarios consumen impuestos. Por tanto, en términos netos, no pagan impuestos.
    Y su análisis no me desmiente.

    Yo también creo en la necesidad de los servicios públicos, pero no en la forma en que se prestan y financian actualmente, esto es, en régimen de monopolio coactivo.

    Es más, creo que la forma en que se prestan y financian hoy es lo que les hace de mala calidad e ineficientes.

    Espero seguir contando con sus comentarios y gracias por la bibliografía. Un fuerte abrazo.

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  10. Estimado amigo, muchas gracias por su atenta contestación.

    Desde el punto de vista contable, es cierto, que los funcionarios al consumir y pagar impuestos, hacen lo que se llama una compensación, que es lo que ocurre entre organismos públicos, en un matrimonio o pareja (bien avenido, je, je) o en el contribuyente que debe y le debe dinero Hacienda. Luego, eso sí, la proporción es otra cosa.

    Estoy de acuerdo en que los servicios públicos nunca se deben prestar en un régimen de monopolio coactivo. No es propio de un estado libre. La competencia, a todos los niveles, siempre es buena.

    Luego hay servicios públicos con difícil competencia, porque son antirrentables. Un ejemplo son los servicios de vigilancia geológica. En principio, puede parecer que tener un equipo con instrumentación sofisticada, que sólo se dedica a hacer informes es como tirar el dinero. Pero basta con que se evite una tragedia, tanto en vidas humanas, como en pérdidas materiales, para comprobar que merece la pena mantenerlo. Es sólo un ejemplo, afortunadamente España no es un país con grandes riesgos geológicos y a esto no se le da tanta importancia como se le puede dar en Estados Unidos.

    Pienso que los servicios públicos son muy mejorables, pero no hay intención por parte de la clase política española de hacerlo, porque utilizan la Administración como si estuviera a su servicio y se olvidan de que está al servicio de los ciudadanos, que es de donde sale su mantenimiento.

    Le seguiré leyendo con gusto. Un fuerte abrazo.

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  11. Dº Jaime, el blog es de los lectores y de comentaristas como usted, críticos, que ofrecen sus experiencias, su bibliografía. En fin.
    Estoy encantado de contar con su presencia.
    Sólo espero que entre todos podamos mejorar nuestra querida España.
    Yo creo que no lo lograremos hasta que la veamos convertida en un paraíso fiscal.
    Pero ya sabe que aquí se admiten propuestas.
    Muchas gracias y otro abrazo para usted.

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